Escuchar para poder actuar.
8 septiembre 2015
Escuchar para poder actuar.
Comunicarse implica una relación recíproca entre los agentes implicados en la emisión y la recepción del mensaje, lo cual hace tan relevante el acto de hablar como el de escuchar. Este principio definitorio, que debería residir en todo tipo de actos comunicativos, parece no ser tan evidente cuando hablamos de comunicación corporativa.
La herencia de las prácticas de los medios de comunicación de masas donde la interacción con las audiencias resultaba compleja ha determinado un comportamiento comunicativo en que las marcas se han centrado en la emisión del mensaje, descuidando la parte relativa a la escucha de sus comunidades, lo cual ya no tiene cabida en una sociedad digital donde los usuarios cuentan con un papel activo.
El nuevo rol adoptado por los consumidores ha obligado a que las marcas dejen de mirarse a sí mismas y se dediquen a escuchar aquello que les reclaman sus grupos de influencia para poder obtener un feedback adecuado que les permita reaccionar a las demandas de sus comunidades.
De este modo, los servicios de Escucha Activa han pasado a ocupar un lugar esencial en toda política de comunicación corporativa puesto que permiten a las marcas obtener, entre otros, los siguientes beneficios:
- Tener conocimiento sobre la percepción de tu marca entre los distintos stakeholders y cómo reciben tus acciones de comunicación en tiempo real.
- Reconocer las propias fortalezas y debilidades.
- Identificar quiénes son los lovers y los haters de tu marca.
- Diseñar una estrategia de comunicación efectiva para mejorar tu reputación corporativa.
- Evaluar si los esfuerzos realizados en materia de comunicación corporativa producen los frutos deseados.